Sansón y Dalila. El sol y la luna

Me encuentro en un momento de mi vida de peregrinaje hacia dentro de mí misma. De mi esencia. El facilísimo: Gnosce te ipsum, casi nada, Sócrates. Me, mi, mí, yo…Que aplicado a una fémina me parece más difícil todavía.

Todo empezó en mi puerperio, cuando nació mi hija hace algo más de tres años y medio. Viviendo sentimientos muy intensos y contradictorios, amor, miedo, pena, alegría, vida, muerte, más tristeza y alegría.

Ahora que estudio, leo, me informo y me formo con tesón sobre mi naturaleza cíclica, sobre la luna, sobre mis cambios. Sobre como abrazarlos, como abrazarme, conocerme, aceptarme para ser mejor, para quererme más, para dar más al mundo. En efecto empiezo a creer que es parte de mi misión en él.
Leo sobre la luna. Sobre sus fases, su relación con la Tierra, con las mujeres, con el Sol. 
Y se me viene a la mente el mito de Sansón y Dalila que para muchos es una interpretación del Sol y la Luna. La luna es la regente femenina por antonomasia, responsable de nuestro ciclo, de nuestros cambios físicos y psicológicos a lo largo del mes.

Y si Dalila es la Luna, la mujer. Sansón obviamente es el hombre y el sol.

Al contrario de lo que se pueda creer, la luna no tiene brillo propio sino que «roba» su brillo al sol, es el reflejo de éste lo que la hace brillar a ella. Brilla más, está plena cuando esta opuesto al sol.

Sansón se queda sin fuerzas porque una mujer pecadora (por una vez y sin que sirva de precedente, nótese el tono irónico) le «roba» su energía, toda su fuerza. O eso cuenta la Biblia, o eso se interpretó de ella.

¿Quizás de ahí venga el miedo de los hombres a las mujeres? El hombre pierde su fuerza cuando la mujer se la quita.

Yo soy mas partidaria de aceptar que juntos podemos brillar, que la unión de ambos ha asegurado la consecución de la especie.

Adoro a la Luna, a la Madre Tierra y precisamente, como mis hermanas, las que sienten como yo no tengo ningún interés en la guerra. Quiero paz, nada anhelo más que vivir mis fases con tranquilidad, escuchando mi naturaleza, abrazándola. Sin ser perseguida por mi condición de mujer.

  • Quiero paz pero se vive en guerra, no oficialmente. La vida tal y como la tenemos montada está peligrosa, es una carrera constante. Y una competición. ¡Qué pocas energías tiene una a veces! La luna hay momentos del mes en los que no desea brillar. Hay momentos del mes en los que se esconde del mundo. Como lo que miles de mujeres querríamos hacer y haríamos si tuviéramos la oportunidad en ciertos momentos de la vida.

Escondernos del mundo. Solas.

O con Sansón. Sin su fuerza bruta. Desarmados y entregados al amor. Quizás todo esto, la pesadilla, no sea más que una mala interpretación del mito.

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4 comentarios sobre “Sansón y Dalila. El sol y la luna

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