Ni de mi postparto. Tenía los puntos de una cirugía mayor: la cesárea que me hicieron para extraerme a mi hija…Me dolía y tenía que estar quieta en la cama mientras le daba la teta, así estaba en la gloria. Tumbadas barriga con barriga enamorándonos la una de la otra. Viviendo nuestro idilio.
Es verdad que a veces no me entendía, no lograba descifrarme debajo de aquella montaña (¿rusa?) de hormonas, de esa grandísima responsabilidad que se me vino de repente, de toda la inexperiencia de una madre primeriza, de ese inagotable cansancio que vivía encima de mí.
Recuerdo las compresas gigantes, las bragas de papel como las de la foto de la que habla Carme Chaparro en su artículo «Cosas naturales que nos dan vergüenza» Cuyo enfoque no me ha gustado nada. Coincido con ella en que se hable más, mucho más, de postpartos pero no de esa forma.
En mi opinión no ayuda en nada a cambiar la visión que la gran mayoría tiene de lo que significa dar a luz, esa que nos cuentan las películas: mujeres gritando, litotomías, luces de hospital, médicos que nos dicen como hacer, como si nuestros cuerpos de mujer no hubieran parido durante milenios…Su artículo no hace más que seguir metiéndonos miedo, más miedo aún del que ya teníamos antes, para bloquear aún más nuestro cuerpo.
Su artículo me despierta además mucha curiosidad, de saber cómo fue (han sido) sus partos, sé que es madre, no sé de cuantos niños. Porque detrás de muchas formas de actuar, de muchas formas de opinar están las formas de parir, esas que a menudo anulamos porque (creemos) es mejor para nosotras. No pensar, no sentir, no saber, demasiado. Miedo a indagar a acceder a la información. A entrar en nuestro cuerpo para saber como nos sentimos realmente.
Así que Carme, si quieres y con todo el cariño, de verdad, hablamos de puerperios, de violencia obstétrica, de hormonas, de emociones, de sentimientos, de postpartos, de lo normal y lo natural y de todo lo que tú quieras, me gustaría mucho compartir una conversación de mujer a mujer contigo. Una conversación directa de corazón a corazón. Descubrir tus miedos. Porque el origen de ese artículo no es más que el miedo. Hablarte de los míos. Y transformar ese miedo en amor. El que hace que no nos extingamos, el que hace poblar continuamente el planeta a pesar del empapador «de la vergüenza».
Estaré encantada de hablar de todo esto con cualquier mujer. Es mi tema favorito. Así que la que quiera, aquí me tiene.
Todas vivimos nuestros partos , postpartos y lactancia de manera distinta y no siempre divertida. Que bueno que existen estos espacios hoy en día donde hay tanta Info. Un abrazo para ti
Pues sí, Mónica! Este texto ha generado opiniones diversas entre mis amigas. Y he visto las que ha generado el de Carme (evidentemente muchas más que mi texto, por razones obvias) pero la que más me ha gustado ha sido la de mi socia que decía que estaba cansada de que tuviéramos que ser tan asépticas, que tuviéramos que ocultar nuestro cuerpo. Esta opinión ha enriquecido mi visión y me ha hecho preguntarme si no habré interpretado el texto original desde otro enfoque. Hablar, hablar, hablar de postpartos, de nuestros cuerpos, de emociones, hormonas, sentimientos y entre todas llegaremos a algo muy bueno. Así lo veo. Otro abrazo para ti, Mónica y gracias por tu comentario.