Por qué mi ginecólogo ya no me visitará más

En la última consulta mi ex ginecólogo me dio, del verbo dar no de recetar ni de vender, la píldora anticonceptiva de una marca concreta.

Bueno, supongo que no tengo que explicaros porque es «ex». Pero sí os diré que la decisión la he tomado hace poco, la de no volver a él.

Porque la última vez que estuve en su consulta fue hace un año, todo bien.

Pero me dio la píldora. Yo le pregunté por métodos anticonceptivos y él me contestó dándome la caja de pastillas. La cual estuvo ocupando un espacio pequeño en mi bolso, grande en mi mente, hasta que, después de varias semanas, la tiré a la basura como quien se arranca por bulerías.

Fue todo una liberación. Después de varias semanas de pasear el medicamento, acabar con él de esa forma fue un subidón. Y un gran paso hacia mi naturaleza más básica. ¿Tenéis conocidos que en un arrebato de empoderamiento hayan tirado un paquete de tabaco a la basura para obligarse y autoconvencerse de esa forma a dejar de fumar? Bueno pues esto es igual pero sin recaídas.

Fue un paso hacia mi propio camino  interior e incluso exterior. Y una declaración de intenciones hacia una vida más natural, con menos químicos. Y con más escucha y autoconocimiento de mi cuerpo.

«Puesto que nuestras hormonas afectan a todo el cuerpo, esta modificación radical de sus niveles naturales – necesaria para que se dé la infertilidad- afecta a todos nuestros órganos y a más de ciento cincuenta funciones corporales, provocando una larga y lógica lista de efectos secundarios entre los cuales los que más comentamos las usuarias son la disminución del deseo y la respuesta sexual, los cambios de humor, los estados depresivos, sensación de no saber qué quiero hacer realmente con mi vida, migraña y otros problemas de salud.»

Escribe Anna Salvia Ribera en su imprescindible libro «Viaje al ciclo menstrual».

Eso sí, ahora tendré que buscarme un/a ginecólogo/a ecologista. Pero estoy convencida de que encontraré a la persona idónea.

Nota: Escribí este texto hace algunos días y mientras tanto me he cruzado con este post tan interesante que, cuanto menos, te hace pensar: «Mi ginecólogo. Pero, ¿Por qué tener un ginecólogo, si la revisión anual es inútil?»

Nada, parece que tengo más tiempo del que creía para buscarme una nueva bata blanca que me revise los bajos.

2 comentarios sobre “Por qué mi ginecólogo ya no me visitará más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

4 × 2 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.