Lo confieso. A veces y para aligerar mi jornada, la carga del peso del mundo sobre mis hombros, busco evasión. Vaciar mi mente. Escape. Y abro el «Hola» desde el móvil. Sí, ésa, la revista del corazón. Y es que no aprendo porque al final siempre acabo más cargada que antes.
La última noticia que he leído y me ha dejado con mal cuerpo ha sido la de que Pilar Rubio se ha instalado en Francia para estar más cerca de su amado, Sergio Ramos, que está jugando la Eurocopa estos días. Y es que están muy enamorados. Hasta ahí bien. Me parece perfecto y muy romántico, pero sigo leyendo. Y leo que se ha instalado en Francia con su hijo mayor. ¡Y qué bonito!¡Qué idílico! De verdad, pero, ¡espera! que tiene otro. Que tienen otro. Más pequeño. La noticia no especifica donde está el pequeño. Y no me importa. Lo que me alarma es que no está allí con ellos. Con ella. Con su madre. Y entonces es cuando se me parte el alma pensando que esa criatura está lejos del calor de su madre, lejos de sus besos, lejos de su olor. Con la falta que nos hace la mami, sobre todo cuando somos pequeños.
Y entonces me acuerdo del último mundial de fútbol, en el que Sara Carbonero se fue a Brasil a trabajar sin su hijo, porque era demasiado peligroso llevárselo. Era demasiado peligroso llevarse a su hijo de 5 meses al país donde ella estaba. Una pena que el bebé seguramente se habrá sentido en peligro de todos modos por no tener el cuerpo de su madre, que de un momento a otro ya no estaba cerca. ¿Os confieso una cosa? Bueno, mejor dos: Me alegré mucho que elimanaran rapidito a España del mundial. Me alegré por ese niño que estaba lejos de su hábitat natural, es decir, del cuerpo de su madre, como dice Nils Bergman. Pero la segunda cosa que os quiero confesar es que en el fondo siempre creí, o quise creer, que el hijo de Sara e Iker en realidad sí estuvo allí. Que sólo dijeron que no lo llevaban para protegerlo, pero sí estuvo allí, en Brasil, y habría ido al fin del mundo, ese bebé, con tal de estar con su madre. La persona que más necesita en el mundo. La persona que era una con él. Porque todos sabemos, o al menos deberíamos saber, que los primeros meses de vida el niño no se reconoce como individuo, solo, sin su madre. Otra cosa es que se tenga que acostumbrar, por narices, no porque sea bueno, que todos los niños lo son, ¡angelitos!
Se me parte el alma cada vez que leo estas noticias. Me parece estupendo que quieras seguir siendo mujer, de todos modos lo sigues siendo, pero conecta con tu hijo, conecta contigo misma. Descífrate y siente tu instinto y llévate a tu hijo al fin del mundo. Porque un bebé de pocos meses no sabrá manifestar su pena, su desacuerdo cuando su madre se aleja, pero te aseguro que la necesita. Te aseguro que te necesita
Hazme un favor, madre famosa, a mí y a todas las madres del mundo. Llévate a tu bebé a todos los sitios que puedas. Hazte fotos con él aunque luego él salga borroso. Hazle ese favor a tu niño y a todos los niños del mundo. Si puedes y lo crees conveniente, claro está. Que nos parece estupendo que estés tan enamorada de tu pareja, pero te puedo asegurar que esa criatura lo está aún más de ti. Y que ciertos momentos no volverán.
Me parece genial la frase última….ella está muy enamorada de su marido y por eso no se quiere separar de él, ole que bien y todo el mundo lo aplaude, pero ha dejado atrás y sin darle opción a elegir a una persona que está más enamorado de ella que nadie en el mundo. Ella sabe lo que es el amor y lucha por no estar separados, por qué no intenta mantener cerca tb a su otro enamorado? Es que los sentimientos del bebé no cuentan y los del adulto si?
Eso mismo es, José María! ¿No ves que los bebés no hablan? Ni voz ni voto…
Pues sí… mejor hubiera sido que se va de Francia para estar con su pequeño enamorado… qué seguramente la necesita más que el grande del todo… en fin!
Exactamente, Maite! Cuanto camino que deshacer nos queda…