Algo pasa

Algo pasa cuando una mujer después de no poder quedarse embarazada, después de años de intentos, de análisis, de informes médicos, de probar métodos e inseminaciones, lo consigue. Se queda embarazada.

Algo pasa.

Se forman dos bebés. Por el camino y por desgracia, uno se pierde. Se llega al nacimiento. Adelantado. Por pérdida de líquido. Cesárea programada a las 33 semanas. Hombre, no iba a ser de otra forma, ¿qué te pensabas? El niño nace sano, muy sano. (Aquí iría un «gracias a Dios») Pero lo meten en la incubadora, porque es pequeño.

Algo pasa.

Ella, ¡la madre! mientras tanto en su habitación. El primer día no se puede mover. Le duele todo. No se siente las piernas. Ha pasado por un proceso quirúrgico, de bastante embergadura. Está claro, o al menos, eso parece.

Algo pasa.

Porque pasan dos días. Y pasan tres. Y pasan cuatro. Y aún no ha ido a verlo. ¡A su hijo!Sigue en su habitación. Ella está consciente. Y aparentemente muy cuerda.

Algo pasa

Eso es lo que le pasa a nuestra sociedad. Que aparentemente todos estamos muy cuerdos.

Pero algo pasa.

Porque la leona que lleva dentro no despierta.

Algo pasa.

Porque sus tetas de mamífera no quieren reaccionar.

Algo pasa.

Ella tiene miedo. Mucho miedo. Disfrazado de sonrisas y conversaciones superficiales.

Algo pasa.

Para mí ella no es más que una víctima. Ni siquiera del personal médico que la ha tratado. Sino del borreguismo en el que estamos plantados la inmensa mayoría.

Algo pasa.

Porque no reacciona. No se da cuenta de que el que está en la incubadora, en vez de encima de su pecho es su hijo. Que es de ella. No del hospital. No de la incubadora.

Algo pasa.

Ese niño necesita a su madre. O en su defecto, calor humano. Para poder crecer. Avanzar. De lo contrario sobrevivirá. Sin más. Quizás.

Algo pasa.

Porque su madre no sabe que él está siendo una víctima también.

Algo pasa.

Porque por desgracia el victimismo, el de verdad, no el de hablar por hablar, es contagioso. Y total mira lo bien que estamos todos sin maternar.

Pero ¡Qué cosas tan extrañas pasan en el mundo!

¿Y a qué se deben todas esas guerras?

Algo pasa.

Porque estamos demasiado adoctrinados y anulados.

Algo pasa.

Cuando no podemos ver esta situación como grave.

Algo pasa.

Esa mujer necesita información. Pero sobre todo mucha ayuda psicológica, quizás incluso psiquiátrica.

Algo pasa cuando las cosas pasan de una manera y podrían haber pasado de otra.

Sistemáticamente.

Algo pasa.

Urge actuar de forma distinta. Urge reconectar con nuestra naturaleza. Urge salirse de las filas, de la línea marcada. ¡Sacar los pies del tiesto! Si en algo queremos cambiar el mundo.

4 comentarios sobre “Algo pasa

  1. Toda la razón del mundo… pero tú lo has dicho, desde que nacemos ya nos están diciendo qué es lo que tenemos o no que hacer, qué podemos y qué no podemos… y así vamos creciendo, pensando que es lo normal y que tenemos que hacerle caso a todo el mundo menos a nosotros mismos… es una espiral de la que es difícil salir, sobre todo porque te llegas a dar cuenta cuando realmente creces y te conviertes en adulto.

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