Lo sé que no es fácil. Sé que no sabes de que demonios estoy hablando. Pero mírame con intención de verme, escúchame con intención de oírme. Quiéreme como yo necesito. Sólo así mi niña interior estará contenta. Satisfecha. Tranquila. Así podré dar más al mundo. Así te lo daré todo.
Si ves que no lo consigues. No te preocupes. No quiero que te esfuerces. Ya resolveré la situación como la adulta que soy. Ya abrazaré yo a mi niña interior, aunque me cueste muchísimo. Así podré dar más al mundo. Y de todos modos seguiré dándote todo.