Toda mi vida he sido delgada. Muy delgada. Y créedme: Puedo contar con los dedos de una mano las personas que no hayan hecho referencia a mi cuerpo. Como crítica o como cumplido. Y créedme: estoy cansada, tanto de una cosa como de la otra. Pero como sé que no puedo cambiar lo que los demás digan ahora simplemente ya no me toca lo que opinen. Ni soy anoréxica ni bulímica ni lo he sido nunca. De hecho la gente más cercana sabe que como como una «lima sorda». Lo mío es puro metabolismo. Lo que tengo que deciros sobre mí. Sobre mi cuerpo. Sobre si me quiero o no pintar, quiero o no arreglarme es esto:
A quien no le gusten mis ojeras que se gire para el otro lado y así no las ve.
Que si me da la gana cubrirlas, bien. Pero si me levanto con ganas de estar al natural incluso habiendo pasado una mala noche, dejadme en paz.
Mi cuerpo es mío y yo elijo que hacer en todo momento. Y no quiero escuchar que me dicen que tengo mala cara, que tengo que cuidarme. Dormir, comer o mear más.
Y si me arreglo lo hago para mí. Porque me encuentro de ánimo. O porque me quiero animar. Y sea lo que sea es asunto mío.
No soporto ya más que se hable del cuerpo como un objeto. Nadie debería hacerlo. Ni del propio ni de los ajenos.
Al cuerpo le exigimos muchos deberes (demasiados) y le otorgamos pocos derechos. E incluso lo castigamos y no lo escuchamos. No sabemos hacerlo, porque estamos sin estar en él.
Mi cuerpo es mío. No del patriarcado. Mi cuerpo es mío. No es de ningún hombre. Mi cuerpo es mío. No es patrimonio de la Humanidad. Mi cuerpo no vive para complacer a los demás.
Yo decido que enseñar. Yo decido que tapar, cuando, como y donde.
Soy cíclica. Cambio a lo largo del mes. En algunos momentos me va una cosa. En otros me va otra. Y en todos, absolutamente todos, mi cuerpo es perfecto y funciona de maravilla. Sobre todo cuando lo trato bien. Exactamente como los vuestros.
¡Me ha encantado guapa! ¡Genial tu entrada de hoy! Y además de verdad, yo también estoy cansada de que me digan que estoy muy blanca, antes me afectaba más, ahora ya paso, pero es que la gente… Algunos ufff!
Pues sí nena. Lo que yo digo: es que nos faltamos al respeto sin saberlo. Pero es hora de pasar a un nivel superior de conciencia 😉 Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo belleza
Me ha encantado tu post.Yo contarte que sufro,lo mismo,pero en este caso,expectacion de la gente sobre lo que me pongo o no me pongo,sobre mis cambios de peinados o estilos.Yo soy coqueta y todo lo que me hago o pongo lo hago por y para mi,me gusta y ya esta.Estoy harta de que cada vez que me vean me miren de arriba abajo y me pongan una puntuacion o me den o hagan una critica buena,mala o peor gratis y que yo no he pedido…como si no tuviesen nada mas que hacer que contemplarme.Que no soy su monito de feria…
Bien dicho, nena! Y que les den ya a todos con su "mirada de ascensor".¡Qué cansancio de sociedad!
Chapó, me encantabver que alguien pone palabras abmis pensamientos.Yobme arreglo parabmi y no para que los demás me acepten obme vean bien. Yobabmis casi 40 años nobtengo que desmostrar nada a nadie , soy como soy y me gusto así, con o sin maquillaje, con o sin pelos. Al natural
Bravo!!!!Muy bien Juani! Claro que sí….Gustarnos a nosotras mismas, el resto no es de nuestra incumbencia 😉